La obra de Dios está por encima de los intereses personales. 1. Que la obra de Dios cuesta pérdidas, aflicciones y oposición. (16-24) 2. Que la obra de Dios requiere sacrificar el yo con gozo. (25-34) 3. Porque la obra de Dios tiene una reputación que no puede ser manchada (35-40)